¡ SOPAS !

"Historia de la sopa"


Vivían en una casita donde siempre había sopa. Estaba bien de no ser porque diario comían el mismo platillo, la misma sopa. Todos los días iban creciéndola: siempre quedaba algo de ella, y entonces picaban más jitomate, más ajo y agregaban más agua. Al otro día quedaba el jitomate, entonces ponían más pasta; al otro día quedaba algo de todo, entonces ponían más pasta, más jitomate, más ajo.

De no ser porque decían “hoy la acabaremos”, “mañana comeremos otra cosa”, su diario hacer sopa hubiera podido haber pasado como un día de cocina cualquiera.

“Hoy la comeremos toda”, pero la sopa crecía y ellas olvidaban lo dicho y cada vez que la probaban era un trago nuevo, así lo sentían, aunque sabía igual que siempre. “Mmm que rica está hoy la sopa” se decían… y era la misma sopa. Al otro día se asomaban a la olla… ahí estaba, la misma sopa. “Hoy la comeremos toda”, “mañana habrá platillo nuevo”… e imaginaban que quizás podrían comer lechuga, incluir berros, algo fresco; sentían que necesitaban cambiar.

Pero estaban tan “encariñadas” con la sopa!!! Que la crecían nuevamente: mismo jitomate, misma pasta, mismo ajo… “mmm que rica está hoy la sopa” seguida de un “hoy la comeremos toda”…“ mmm que rica está hoy la sopa”, “hoy la comeremos toda”…

Mismo ajo, misma pasta, mismo jitomate; 
mismo jitomate, misma pasta, mismo ajo, mismo jitomate.

“Mmm que rica está hoy la sopa”, “hoy la comeremos toda”.

Misma pasta, mismo jitomate, mismo ajo, 
mismo jitomate, misma pasta.

“Hora de comer!”, “mmm que rica está hoy la sopa”… pero ese día llegó su amiga Fafa de visita, y se extrañó tanto de que como en su última visita nuevamente hubiera “misma sopa”, mismo escuchar “mmm que rica está hoy la sopa”, “hoy la comeremos toda” en casa de sus amigas.  

Le retumbaba la cabeza:

“¿Mismo jitomate, mismo ajo, misma sopa?!!!”

“¿cómo así?” se preguntaba Fafa, “¡tanto dicen !!!” se decía: “será que les encanta la sopa!!! muy bien…”

Se sentaron las tres, y la comieron… se asomaron a la olla “mmm que rica está hoy la sopa”, “hoy la comeremos toda”. Fafa las miraba, creía que entre lo que decían querer sus amigas y la realidad… no había consecuencia, pero así pasa; ya había escuchado de otras casas donde “crece” la sopa diario.

Fafa pensaba si sería muy metiche de su parte en verdad tomarles la palabra a sus amigas y comerse toda la sopa para ayudarles a terminarla, o si les tocaba a sus compañeras darse cuenta de que tenían ya la piel pastosa.

En fin… comieron la sopa, “mmm que rica está hoy la sopa”, “hoy la comeremos toda”.

Ellas no ven a Fafa... Fafa va hacia la olla-misma-sopa, se asoma: jitomate, pasta y ajo, ajo, jitomate y pasta, pasta, ajo y jitomate. Se la bebió toda. ¡¡¡“No más sopa!!!” ¡Gritó! “qué rica estaba!!”

“¿Estaba?”!!!! gritaron ellas, seguido de un “¡mmm qué rica está la sopa!”, “¡hoy la comeremos toda!”.

Fafa saca una lechuga de su bolsa… las amigas la ven con los ojos desorbitados… “¿de verdad te la comiste toda?”…le dijo una de ellas.

“Sí!”dijo Fafa, “de verdad estaba muy rica, mmm”, “les traje esta lechuga”. Sus amigas se miran, no saben qué decir. Una se aventura: “¿será que la lechuga es rica?” (ya habían olvidado otros sabores).

“Tienes que probarla” dijo Fafa, “sólo traje para hoy”, “mañana tendrán que cocinar un nuevo platillo”…

Ellas, tendrían que empezar.

Tencrían que creer nuevamente.

Tendrían que crear algo nuevo y diferente para su paladar.

Algo nuevo para ellas.

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¡salud!